“No voy a hacer ninguna acción judicial contra los chicos denunciantes” Así comienza la carta con pedido de publicación del padre Jesús Domingo Pacheco quien tiempo atrás fuera acusado de abuso sexual por uno de los jovenes que prestaba servicios en una comunidad religiosa, motivo por el cual estuvo detenido dos años.
“No voy a hacer ninguna acción judicial por 2 grupos de razones:”
a) Respecto de ellos:
1) si la justicia actúa, no va a tocar a los verdaderos responsables de todo esto (los adultos que los llevaron a hacer todo esto): los chicos son CARNE DE CAÑÓN, como los afros y los indios y los gauchos en la guerra del Paraguay.
2) Meterlos presos, solo se lograría que salgan peor de lo que están: no sería justicia, sino venganza, desquite, humillación.
3) Mi ahijado, por ejemplo, podría perder su familia: ¿Qué culpa tienen su hijito y su mujer de sus opciones? Vi en 2 años de prisión que es muy feo que los niños visiten a sus padres presos, y sus mujeres ir y venir con un mar de problemas: no quiero eso para ellos. Los niños no entienden por qué sus papis presos no pueden estar con ellos en sus casas…¿para qué mas dolor?
b) Respecto de mí:
1) No me siento bien haciendo una acción judicial contra alguien: yo no me desquito, no me vengo; creo que ya han tenido bastante, …¿para qué mas?
2. a) Me dolió mucho que diferentes personas muy de Iglesia (incluso curas), reclamaran venganza, desquite: Jesús ni predicó eso, ni hizo eso: la “venganza” o justicia del Padre Dios fue RESUCITAR AL HIJO ASESINADO por los injustos, no apresar o matar a Pilatos y los Sumos Sacerdotes: A mayor daño, mayor VIDA. Jesús aconseja nunca recurrir a los tribunales, y san Pablo le dedica un buen párrafo en una de sus cartas (1 Corintios 6. 1-11) a ese tema; en el Nuevo Testamento (en la Iglesia, siempre), es muy mal vista la persona (de modo especial el obispo, presbíteros o diáconos) que vive pleiteando. También san Pablo nos recuerda: “No devuelvan a nadie mal por mal”. Y: “No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien”. (Romanos 12, 17 y 21)
2. b) Incluso andaban diciendo que yo iba a dedicarme a cortar cabezas en la fiscalía y juzgado de Esquina: yo no soy de los que tratan de quitar y poner jueces y fiscales según su necesidad, antojo o delirio.
3) No quiero, ni puedo querer, para ellos el mal que ellos quieren para mí.
Las decisiones sanas nacen de un corazón en Paz.
Lo decidí ahora, porque recién ahora mi salud me permitió pensarlo bien. Cuando no se está bien se pueden tomar malas decisiones con muy buenas intenciones.
FUENTE: ACTUALIDAD ESQUINA