La CPN Graciela Gatti, en dialogo con la mañana de tn esquina, se refirió a la situación de los empleados municipales. Diciendo que la primera sesión que tuvo como concejal, la primer ordenanza que se trato fue el incremento del salario de los empleados municipales de planta permanente y del Concejo Deliberante. Ella preguntó por los quincenales y le respondieron que eran empleados fantasmas. Esto sucedió en el año 2007
Son personas que no tienen ningún derecho ningún beneficio. La ordenanza 14 del empleado municipal decía que se podía contratar de cualquier modalidad, pero de acuerdo a la ley, en ningún modo se aceptaría el trabajo en negro, por eso yo luchaba. Existe la ordenanza 9/2010 que es para reconocer el empleo informal esa era su espíritu, a personas que trabajaron años en condiciones insalubres.
“Todavía hay gente de hace 15 años que siguen en esa condición. Lo que me duele es que va a pasar con su jubilación”.
“Hemos hablado que el personal que trabaja en la calle, tienen que cobrar un plus por riesgos.”
“En el municipio hay personas con mucha experiencia calificada y no le reconocen nada”.
“Estoy viendo una inacción total, no se si no hay plata, pero los servicios públicos son los primeros que tienen que cumplirse, sobretodo las calles que están intransitable. No hay planificación urbana, solo en papeles la ciudad esta sucia, la tablada es un desastre”.
“Hoy lo común en los políticos es que no hay nadie que solucione el problema de los quincenales”.
Refiriéndose a la exposición del secretario coordinador en el Concejo refirió que “ si no sabe contestar es porque no hay planificación. No le hecho la culpa al secretario sino a la cabeza, y no solo a ella sino a todos porque no se trazaron objetivos para atender a las necesidades prioritarias. En Esquina se hicieron grandes obras, pero no se atendieron necesidades urgentes de los ciudadanos”.
“Los balances del municipio nunca se presentaron como corresponde. Muchos detalles que no se informaron, sobre todo las cuentas.
Como es eso de que para a esta sra el barrio «La Tablada es un asco», impresentable